Miguel de Unamuno, un escritor y filósofo español de la Generación del 98, nació en 1864 y falleció en 1936. En sus obras reflejó su forma de pensar y los problemas y contradicciones que llenaban su mente. Al estudiar filosofía leyó muchas obras y se vio influenciado por T. Carlyle, Herber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx, entre otros. Era una persona muy religiosa, así que se preocupaba por la ética y la fe. Algunas de las ideas que leía contradecían sus ideales religiosos, lo que lo llevó a una profunda crisis y a la desesperada búsqueda de su verdadero yo. Al no poder ordenar y expresar sus pensamientos, decidió dedicarse a la literatura, donde sus personajes y los sucesos que escribiera serían una imagen de sus sentimientos. Así, comenzó a escribir dramas íntimos, amorosos, religiosos y políticos con personajes conflictivos y sensibles ante los cambios en su realidad.
Las cuatro concepciones en torno a las cuales giró su filosofía fueron:
Unamuno estudió al ser en 3 planos:
Esta percepción del ser demuestra su fragilidad e insuficiencia, e indica que la vida es como un sueño. Por ello, es necesaria una garantía o seguridad.
Según Unamuno
"Nada es conocido sin antes ser deseado".
Esto se contrapone a la idea de que para desear algo, debemos conocerlo. Para él, el hombre y la conciencia son deseos y anhelos, y es a través de esta conciencia que se nos revela el Universo. Por ello, todo es parte de la conciencia, y antes de profundizar en algo, se siente y se desea.
Para Unamuno, actuamos de acuerdo a lo que otros piensan de nosostros. A la vez, todos debemos cumplir con un destino previamente trazado (determinismo). El hombre es libre de elegir, pero es responsable por estas elecciones. En otros casos, las situaciones vienen por el azar. Esto se debe a que el hombre se cree dueño de sus decisiones, cuando realmente depende de sus necesidades y vive bajo un plan diseñado por algo más grande.
Como parte de esta concepción también se analiza la angustia existencial. Esta se refiere a lo que el hombre se enfrenta al tomar una decisión, cuando se siente agobiado, solo, sin dirección, sin valores, sin señales y sin un dios que le aseguren que sus elecciones son correctas.
Según su filosofía, era necesario existir para luego profundizar en el ser. Uno de los temas en los que se enfocó fue en el papel del hombre en el mundo, el papel de ese ser que es lanzado a la "tragicomedia del existir". Está entre la luz y las tinieblas, y constantemente se cuestiona qué es y qué no es. Es un ser libre, pero el mundo condiciona su libertad.
Las temáticas de las obras de Miguel de Unamuno son la contradicción, el conflicto y la paradoja entre ideas opuestas, pero que se complementan. Estos escritos son considerados autobiográficos por algunos, pero no porque relataran la vida de Unamuno, sino porque reflejan sus pensamientos, concepciones y conflictos internos.
En sus obras también habla de la europeización y la españolización, de la historia y la intrahistoria, de la tradición y las costumbres, el destino, la libertad y su correspondiente responsabilidad, el amor, la realidad y el sueño.
En cuanto a los personajes, son problemáticos y dramáticos. Viven inmersos en sus incertidumbres, pasiones y en las fuertes tensiones de la vida cotidiana y la sociedad: los hábitos y costumbres, la libertad y el destino, la imaginación y la conciencia. También son seres sensibles ante los cambios en su realidad, y tratan de encontrar su verdadero yo entre esta variabilidad, al igual que su creador.
Puedes ver a este singular escritor y filósofo en la sección Existencialismo de Autores y Artistas Reconocidos.
Fuentes: