Filippo Tommaso Marinetti, un hombre agresivo, decidido y con ideales difíciles de cambiar. Este egipcio escribió el Manifiesto Futurista, en el que plasmó fielmente y sin censura todas sus opiniones. Dicho Manifiesto fue escrito en Italia y se publicó en París, en la revista "Le Figaro", el 20 de febrero de 1909.
A pesar de ver el futuro desde un lado negativo y sombrío, lamentablemente acertó en muchas de sus predicciones. Debido a sus ideales, a la sinceridad de su escrito, al contexto histórico y la sociedad en que vivió, el Manifiesto no pudo ser traducido a varios idiomas por completo. Sin embargo, en nuestros días se pueden encontrar algunas traducciones. Podemos comparar la traducción que incluye únicamente los puntos más importantes con la traducción completa, y veremos algunas diferencias.
En primer lugar, está claro que los dos enfoques centrales del Manifiesto Futurista son la velocidad y la modernidad. En ambas versiones del manifiesto se observa este dinamismo y este amor a las máquinas. La velocidad llega a través de los cambios y descubrimientos constantes, y se muestra a través de una escritura enérgica, dinámica y con un movimiento atrevido. De la mano va una admiración a las máquinas. Marinetti sorprende con descripciones coloridas y poéticas de los aparatos, métodos de transporte y fábricas, tanto que iban surgiendo como que él esperaba ver algún día. Una de estas bellas descripciones es
Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia.
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Si bien estas ideas se resaltan en una versión del manifiesto, la traducción literal deja ver a un Marinetti mucho más sombrío y agresivo. Él dejó ver que, junto a sus colegas, deseaba demostrar a través del futurismo su oposición a lo antiguo, lo establecido y lo tradicional. Una forma que ellos propusieron para lograrlo fue destruir a los profesores, arqueólogos, cicerones, anticuarios, museos, bibliotecas y academias. De hacerlo estarían bloqueando la enseñanza de las ideas y conocimientos de antaño.
Y a pesar de oponerse al pasado, se contradecía con su espíritu conservador. Deseaba que permaneciera el poder y represión militar. Le cantaba a la guerra, la lucha, la revolución, el militarismo y el patriotismo. Estaba a favor del anarquismo, es decir, de suprimir al Estado y buscar la libertad individual a toda costa. En ello mostró un carácter decidido y osado.
Más allá de todo el genio que demostró al predecir máquinas que usamos en nuestros días, la inteligencia de Marinetti se vio opacada por su mente destructiva y por una idea atroz: el machismo. En el Manifiesto se menciona que, además de las academias, museos y bibliotecas, es necesario destruir y reducir a la mujer. En los escritos futuristas incluso se pintan escenarios en los que la mujer se ve reemplazada por máquinas. Esto es también una contradicción a su búsqueda del futuro, ya que muchas han sido las mujeres que han contribuido al desarrollo de la humanidad a través de sus inventos. Como claramente se expresa en esta frase,
La poesía ha de ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.
los futuristas creían en la supremacía del hombre, y todo lo que los rodeaba debía estar a sus pies, desde una máquina hasta una mujer.
Finalmente, una de la frases más interesantes del Manifiesto Futurista de Marinetti es
El Tiempo y el Espacio morirán mañana.
¿Por qué soñar con máquinas e imaginar el porvenir con tanto detalle y de una forma tan poética si todo terminará mañana? A lo que esta frase se refiere realmente, según su contexto, es a que el hombre ya creó la "velocidad omnipresente". Es decir, avanzamos tan rápidamente, creamos tantos aparatos y nos movemos tan constantemente que el tiempo y el espacio ya no tienen importancia. Mientras pensamos en el futuro, alguien crea algo y, sin siquiera notarlo, estamos ya en el futuro. Y la comunicación y medios de transporte se renuevan tanto que ahora viajar fuera de nuestro planeta también es posible, y nuestro Espacio ya no tiene límites.
A partir de esto podemos concluir que, si bien Marinetti y los futuristas tuvieron ideas y sueños maravillosos que nos ayudaron a progresar, a pesar de su inmensa genialidad y creatividad para imaginar cosas que luego se harían realidad, dejando al lado su valentía para expresarse en un ambiente en el que todo lo que decían parecía descabellado, e ignorando su bella forma de escritura, no todo era perfecto. Mantuvieron ideales anticuados, idealizaron la guerra y la violencia, y buscaron reducir a la mujer, que tanta importancia ha tenido en la historia. Está en nosotros decidir qué parte de el futurismo planteado hace más de un siglo queremos vivir.
¿Sigue vigente este Manifiesto? Descúbrelo leyendo este artículo.
¡Gracias por acompañarme en este viaje hacia el futuro!
Fuentes: