04 May
04May

El siglo XX llegó como una época de cambios constantes en los ámbitos social, político, económico, científico, tecnológico y artístico. El hombre reaccionó de diferentes formas a estos cambios y necesitó una forma de expresar lo que sentía. Lo hizo a través del arte, ya sea con música, pintura, escultura o escritura.

En el contexto social, un gran cambio fue la introducción del feminismo. La mujer empezó a tener un papel más importante en la sociedad. Comenzaron diversos movimientos que buscaban la igualdad entre hombres y mujeres en política, economía, educación, salud y oportunidades. Los cambios se dieron por primera vez en Inglaterra y otras partes de Europa a finales del siglo XIX y se extendieron hasta la primera mitad del siglo XX. Algunos de ellos fueron igualdad en las oportunidades y condiciones laborales, el derecho de sufragio y la igualdad de derechos en el matrimonio.

El contexto político se vio marcado por la Primera y Segunda Guerra Mundial. La Primera comenzó en 1914 e involucró a las Potencias Mundiales, que se dividieron en los Aliados de la Triple Entente (Francia, Rusia e Inglaterra) y las Potencias Centrales de la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia, que luego se uniría a la Triple Entente). Estados Unidos entró más adelante en la Guerra del lado de la Triple Entente, buscando proteger sus intereses e inversiones en el extranjero, así como la economía mundial. Las principales causas de este conflicto fueron las rivalidades entre las Potencias, ya sea por el recelo por una guerra pasada, por una competencia económica o comercial, o por la extensión de sus dominios. La guerra se desató con el asesinato del Archiduque Francisco Fernando y se extendió por cuatro años, hasta el 11 de noviembre de 1918, falleciendo en ella alrededor de 9 millones de combatientes. Como consecuencia de esta guerra se separaron los Imperios Otomano y Austro-Húngaro; Estados Unidos se fortaleció política, económica y militarmente; se creó la Liga de Naciones para buscar la paz; se firmó el Tratado de Versalles, en el que se penalizaba a Alemania; se cayó en una crisis económica en Europa por los grandes gastos que causó la Guerra; y se desarrollaron las armas.


Imagen tomada de http://www.monografias.com/docs110/primera-segunda-guerra-mundial/primera-segunda-guerra-mundial.shtml


Años después, en 1939, llegó la Segunda Guerra Mundial. De nuevo las Potencias Mundiales se aliaron. En esta ocasión, el mundo se dividió entre partidarios del Eje (Alemania, Japón e Italia) y los Aliados (Francia, Inglaterra y la Unión Soviética). Esta guerra fue una consecuencia de la Primera, ya que Alemania buscaba venganza por haber perdido y deseaba volver a ser una gran potencia económica y militar. Otra causa muy importante fue el surgimiento del partido Nazi, liderado por Adolfo Hitler. Este partido buscaba la expansión territorial y la creación de una raza aria. Para ello invadieron muchos países vecinos. También discriminaron y redujeron a muchos grupos, especialmente a los judíos, construyendo campos de concentración en los que eran explotados y brutalmente asesinados, en el conocido Holocausto. Esta terrible guerra finalizó en 1945, con la rendición de Alemania, Italia y Japón. Además de los millones de vidas que se perdieron, otras consecuencias de este conflicto fueron la escasez de trabajo y alimento, la crisis económica mundial, el desarrollo tecnológico en la creación de la bomba atómica, la creación de las Naciones Unidas como sucesora de la fallida Liga de Naciones y, principalmente, la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que daría paso a la Guerra Fría.

En economía, el principal problema fue la Gran Depresión de 1929. Esta crisis surgió en Estados Unidos, pero se extendió al resto del mundo, afectando a países desarrollados y en vías de desarrollo. La industria, la construcción y la agricultura se vieron afectadas por la caída de los precios y de la demanda, lo que llevó a altas tasas de desempleo. Esta crisis comenzó a superarse en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, ya que los países producían armas y otros productos útiles en la guerra. Sin embargo, dependiendo de qué país se trataba y de su nivel de desarrollo, esta recesión económica fue superada años después.

Desde el siglo XVIII, con la Ilustración, la ciencia y tecnología habían tenido grandes descubrimientos. Sin embargo, en el siglo XX comenzó un crecimiento acelerado de estas áreas. Comenzó la búsqueda de nuevas fuentes de energía, principalmente la atómica. Se descubrieron y mejoraron nuevos materiales de construcción, como el hormigón y el cristal. La electricidad fue explotada en la invención de aparatos domésticos e industriales. Los medios de transporte mejoraron, principalmente con la producción en serie de automóviles. Los medios de comunicación vieron una nueva luz con la televisión y el cine. El descubrimiento de la penicilina y el desarrollo de nuevos antibióticos revolucionaron la medicina y trajeron la cura a varias enfermedades que antes eran de gravedad. La agricultura mejoró, y con ella, la conservación de alimentos, lo que redujo las enfermedades por estas causas. Todos estos logros se alcanzaron sólo en la primera mitad del siglo, y a partir de entonces, el desarrollo ha sido más rápido e impresionante que nunca.

Finalmente, las artes también sufrieron cambios. Como hemos mencionado, el mundo no era el mismo de antes, y por lo tanto el hombre también había cambiado. Tanto su visión del mundo y su forma de pensar, como sus formas de expresarse debían ser diferentes. Así surgieron grupos de artistas, como la Generación del 98 a finales del siglo XIX y la Generación del 27 a inicios del XX, en España. Al mismo tiempo, en el resto de Europa surgían las Vanguardias, corrientes que rompían con todas las reglas antes establecidas. Entre ellas están el dadaísmo, el surrealismo, el cubismo y el creacionismo, que tuvieron exponentes en todas las Bellas Artes y la Literatura.


  • Alemania:

    Por vivir en Alemania, Bertolt Brecht experimentó de cerca ambas Guerras Mundiales. También vivió en la República de Weimar, como se le conoció a la República de Alemania entre 1918 y 1933, tras ser derrotados en la Primera Guerra Mundial. Esta República, aunque era democrática, estaba en crisis. Habían dictaduras militares derechistas y conatos revolucionarios izquierdistas. Alemania estaba lastimada y humillada por el Tratado de Versalles, y buscaba resurgir como potencia. Entre este caos, Brecht conoció el comunismo y el socialismo, y se dio cuenta de que eso era lo que el país necesitaba. Por otro lado, en esta época se gestaba el Partido Nacionalsocialista y el ascenso de Adolfo Hitler al poder tomaba forma.

    Brecht tomó un bando, como lo hacía la mayoría de las personas en aquella época, y se volvió izquierdista, aunque sin formar parte de ningún partido en especial. Se interesó en el socialismo, el comunismo y el marxismo pero, ¿qué eran estas corrientes? El socialismo utópico es un ideal casi romántico surgido en Francia, cuyo objetivo, más allá de cambiar un sistema económico, es encontrar una sociedad igualitaria sin discriminación ni injusticia. El comunismo es un sistema político, económico y social que busca una organización sin clases sociales y con completa equidad. Además, existían los comunistas revisionistas, que apoyaban la lucha pacífica por el marxismo, y los comunistas ortodoxos,  que creían en la dictadura del proletariado. Finalmente, el marxismo es un conjunto de ideales creados por Karl Marx, que busca la equidad, la libertad de los trabajadores, la comunidad humana mundial y el libre espíritu crítico. Esta corriente de pensamiento es la base de los sistemas izquierdistas.

    Además de estos acontecimientos, Alemania vivió durante este periodo de entreguerras su Segunda Revolución, conocida también como la Revolución de Noviembre de 1918. Desde 1895 se veían divisiones entre los socialdemócratas alemanes: revolucionarios y reformistas. Ambas corrientes buscaban un Estado de bienestar Universal y una democracia liberal, sin embargo los revolucionarios buscaban destruir y cambiar por completo el sistema, mientras los reformistas únicamente querían hacer cambios a ciertas leyes o tendencias del sistema. En agosto de 1914, la Asamblea del Parlamento Alemán tuvo que decidir entre conceder créditos de guerra al Kaiser Guillermo II para luchar contra la Rusia zarista o no hacerlo. Para no hacer públicos los problemas internos del Partido, los socialdemócratas votaron a favor. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo así que el 5 de agosto, Kart Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Franz Mehring y otros miembros izquierdistas fundaron el Grupo Internacional. En 1916, este grupo se convirtió en la Liga Espartaquista, en honor al líder de la rebelión de esclavos más grande de Roma. Ellos se mantuvieron con el SPD (Partido Socialdemócrata), mientras que otro grupo se separó, convirtiéndose en el USPD (Partido Socialdemócrata Independiente).

    En 1918 estalla la Revolución con huelgas generales y motines de marineros que esperan el “cercano” fin de la guerra. Rápidamente se logró derrocar a la monarquía y proclamar la República. Se plantea la unión del SPD con el USPD. La destitución, en enero de 1919, de un policía socialdemócrata independiente causa nuevos movimientos, que son reprimidos el 15 de enero con el asesinato de líderes, incluyendo a Rosa Luxemburgo, y otros revolucionarios. Estos asesinatos causaron nuevas protestas, que finalizaron el 11 de noviembre, después de meses de un estado de excepción que se prolongó hasta el 5 de diciembre.


Imagen tomada de http://jsmutxamel.blogspot.com/2015/11/la-novemberrevolution-la-dualidad.html


  • Francia:

    Por ser una Potencia Mundial, Francia participó en ambas Guerras Mundiales. Sin embargo, el país también sufrió cambios internamente. En 1940 se dio fin a la Tercera República para entrar en el Régimen de Vichy, o el Estado Francés. Este fue un régimen autoritario con gran influencia nazi. Proclamaba que el individualismo, el igualitarismo republicano, la industrialización y la democracia eran destructores de los valores franceses. En su lugar proponía adoptar el fascismo. La sociedad debía ser conservadora y la familia, su base. La economía se basó en la agricultura, mientras que la industria se dedicó a suplir las necesidades del Tercer Reich. Esto generó una inestabilidad financiera para los franceses. También se adoptó un nacionalismo de exclusión que seguía los principios nazis: se consideraban a los masones, judíos, gitanos y comunistas como enemigos internos de Francia. Por ello se creó el Estatuto de los Judíos, similar a las Leyes de Núremberg, y se comenzó la persecución de miembros de estos grupos para enviarlos a Alemania para ser exterminados. Este régimen continuó hasta 1944, con el fin de la Segunda Guerra Mundial.

    Otro de los cambios de gobierno más significativos fue la Cuarta República. Esta se fundó en 1946, con la adopción de una nueva Constitución el 13 de octubre. A pesar de ser una República nueva, seguía varios esquemas de la Tercera República. Aún tenía un Parlamento con mucho poder que controlaba a un Primer Ministro. Este Primer Ministro tenía el mando directo de la República y, aunque también había un Presidente, este no contaba con casi nada de poder. Al igual que con la antigua República, la política pública no pudo desarrollarse debido a los constantes cambios de mando y la inestabilidad política. Durante este período hubo un gran desarrollo económico y se mejoró el nivel de vida de los franceses. Sin embargo, no se pudieron conservar las colonias de Indochina y Argelia. Estos problemas llegaron a su punto máximo en 1958, cuando París quiso negociar con Argelia para darle fin a la rebelión. Fue entonces cuando se disolvió esta República para darle paso a la Quinta, que sigue vigente hasta el presente.

    Francia también fue protagonista de dos de las últimas guerras coloniales: la Guerra de Independencia de Indochina y la Guerra de Independencia de Argelia. Indochina francesa, que incluía a Camboya, Laos, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, había comenzado a luchar contra Francia desde finales del siglo XIX. Sin embargo, se considera que la guerra por su independencia comenzó en 1945. Y la guerra de Argelia comenzó en 1954. Esta lucha, además de la crisis de la Cuarta República, demandaba la atención de Francia. Así, Indochina aprovechó las circunstancias y logró su independencia el 7 de mayo de 1954, tras nueve años de lucha. Argelia continuó en la lucha a través de guerras de guerrillas contra Francia y contra ciertos grupos argelinos traidores conocidos como “harkis”. Se fundó el Frente Nacional de Liberación de Argelia (FNL), que fue autor de muchos atentados terroristas y asesino de cualquier argelino sospechoso de apoyar a Francia. La independencia de Argelia se alcanzó el 5 de julio de 1962, con la firma de los Acuerdos de Evian. Pronto fueron expulsados muchos colonos franceses, italianos y españoles de este nuevo territorio libre.

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Cuarta_Rep%C3%BAblica_francesa




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