Debido a la cerrada mentalidad de los latinoamericanos en la época en que la obra está ambientada -siglo XX-, algunas de las relaciones amorosas son prohibidas. El caso más claro y notorio es el de Blanca y Pedro Tercero. En un ambiente clasista tan marcado, era casi imposible concebir que una joven de la alta sociedad se involucrara con un sucio, desocupado, irresponsable y revoltoso campesino que estaba destinado a morir tan pobre como había nacido. Si entablar una simple relación de amistad con los trabajadores era difícil para los patrones, llegar a procrear con ellos era impensable. "Estaba seguro que el escándalo sería igual si ella daba a luz un bastardo, que si se casaba con el hijo de un campesino: la sociedad la condenaría al ostracismo en cualquiera de los dos casos" (Allende, pág. 226).
Algo similar sucedió con Alba y Miguel, sólo que en su caso no fue por diferencias económicas sino que, mayormente, por diferencias ideológicas. En un país donde la revolución estaba a flor de piel, dos personas provenientes de lugares con ideales tan opuestos no podían estar juntas. Al principio fue para evitar la desaprobación de la familia y amigos. Pero cuando estalló la guerra, se volvió cuestión de vida o muerte. "Desde el primer encuentro ella notó que él llevaba una pequeña insignia en la manga: una mano alzada con el puño cerrado. Decidió no decirle que era nieta de Esteban Trueba y, por primera vez en su vida, usó el apellido que tenía en su cédula de identidad: Satigny. Pronto se dio cuenta que era mejor no decírselo tampoco al resto de sus compañeros. En cambio, pudo jactarse de ser amiga de Pedro Tercero García, que era muy popular entre los estudiantes, y del Poeta, en cuyas rodillas se sentaba cuando niña y que para entonces era conocido en todos los idiomas y sus versos andaban en boca de los jóvenes y en el graffiti de los muros" (Allende, pág. 336).
El amor libre que promulgaba la estrafalaria Amanda en su época de juventud también era mal visto en la sociedad conservadora. Funcionaba para almas libres como la suya, pero estaba en contra de las instituciones sagradas del matrimonio y la familia. En la sociedad demostraba frialdad, falta de compromiso, irresponsabilidad e incluso inmadurez. Pero ella "Sostenía su irrevocable determinación de permanecer juntos solamente mientras se tuvieran simpatía, sin ataduras y sin promesas para el futuro, como Sartre y la Beauvoir" (Allende, pág. 246).
En la novela hay otro amor prohibido; pero este no lo es por diferencias de pensamiento, sino por respeto. Se trata del amor secreto que sentía Jaime, en su juventud, por Amanda, la novia de su hermano gemelo. Al principio, la extravagante mujer no le inspiraba confianza del todo, pero había algo en ella que lo atraía involuntariamente. "Sin embargo, no podía dejar de mirarla. La sonajera de pulseras que acompañaba a la joven lo distraía de sus estudios y tenía que hacer un gran esfuerzo para no seguirla por la casa como una gallina hipnotizada" (Allende, pág. 236). Por respeto a su hermano y amor a la joven decidió cultivar ese amor en la oscuridad, protegido por su túnel de libros. La prueba más dura que tuvo que soportar fue practicar un aborto en Amanda, asesinando al fruto de las pasiones con su hermano y poniendo en riesgo la vida de su amada. El paso de los años y el tiempo que le consumía velar por los más necesitados en el hospital lograron que la olvidara. "Sólo por casualidad Jaime volvió a verla muchos años después, pero entonces ya era tarde para ambos" (Allende, pág. 281).
La homosexualidad también era poco común y mal vista en la época. Este tema se discute en el artículo Libertinaje en La Casa de los Espíritus.
El mundo de las últimas décadas se ha caracterizado por la globalización y la apertura del pensamiento. Así, estas relaciones que en el momento en que ocurrieron en la historia fueron ilícitas, ya no lo son. Es verdad que muchos lugares, especialmente en Latinoamérica y el sur de Asia, las personas aún son conservadoras. Pero en la mayoría de países se aceptarían las prácticas antes mencionadas.
En la actualidad hay muchas campañas a favor de la Igualdad y los Derechos Humanos, por lo que la superioridad de los patrones ha sido erradicada casi por completo. Esto eliminaría la brecha socioeconómica. Las diferencias ideológicas aún son muy importantes en política, pero hay más libertad de expresión, lo que facilitaría uniones como la de Alba y Miguel.
La mente, especialmente de los jóvenes, está más abierta a comprender y respetar diferentes estilos de vida. Por ello, conceptos como el amor libre y la homosexualidad son más comunes y defendidos. Como muestras del amor libre existen ahora las relaciones polígamas. Y la homosexualidad se ha extendido a bisexualidad, transexualidad, polisexualidad, pansexualidad, entre muchas otras. Aún son temas muy controversiales, pero la lucha por la igualdad es cada día más fuerte.
En el caso del amor prohibido de Jaime, muchas parejas han perdido el respeto y llegan incluso a engañarse. Aún así, considero que este tipo de amor prohibido es el que más existe en la actualidad.
¿Consideras que las relaciones mencionadas son ilícitas incluso hoy en día? ¿Estas a favor o en contra de estas diferentes formas de ver las relaciones sentimentales y sexuales? Deja tus pensamientos en los comentarios.
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