El amor ha existido desde el inicio de los tiempos. Siempre ha estado y siempre estará presente en nuestras vidas. Es una parte fundamental que nos hace sentir vivos, y es una necesidad del alma. Pero al hablar de amor, no siempre nos referimos a un romance; existe el amor de un padre o una madre a sus hijos, el amor de un hermano, el amor a los amigos, el amor a la naturaleza, el amor a la Patria, el amor a la vida... En fin, hay muchas formas de amar. Y a pesar de existir tantas, es el romance el que ha cautivado siempre a los seres humanos.
Muchos viven buscando al amor de sus vidas. Y cuando comenzó la época del Romanticismo, se les dio rienda suelta a estos sentimientos. En esta corriente, las pasiones de los humanos estaban sobre la razón y la lógica. Fue el momento perfecto para que estas sensaciones, que siempre habían estado presentes, tomaran realce. El Romanticismo dio justo en el clavo: se trató del tema que más le gusta a los humanos. Y es por ello que, a pesar de pasar los años y de haber concluido este movimiento literario, el romance permaneció.
Ahora bien, ¿es posible que este romanticismo exista siempre? ¿Pueden los humanos seguir construyendo sus vidas alrededor de la búsqueda del amor verdadero? Ciertamente, el amor nunca dejará de existir, en ninguna de las formas mencionadas. Y es precisamente porque la vida misma se trata de amar y ser amado. Sin embargo, las formas de expresar este bello sentimiento estarán en constante cambio. Lo que en una época pasada fue tierno y dulce, puede que no lo sea para nosotros. Así mismo, las demostraciones de afecto de ahora no serán iguales en el futuro.
Las nuevas generaciones están dejando las formas antiguas de pensar. Mientras antes muchas personas soñaban con casarse, tener una familia y vivir un amor de cuento de hadas, esto ya no es una prioridad. Los jóvenes se enfocan más en su desarrollo personal (intelectual, físico, laboral, espiritual, social) que en pasar una vida al lado de alguien más. Cuando antes se construía una vida en pareja, ahora cada persona busca construir su propia vida, y una pareja se convierte en un complemento más que en una necesidad.
En mi opinión, el amor seguirá siendo parte de la vida eternamente, mas las formas de expresarlo y vivirlo serán diferentes. Un romanticismo tal y como lo conocemos, con cursilerías, sufrimiento y dolor incluido, será menos común.
Viaja a los pensamientos de Gustavo Adolfo Bécquer, autor de "El Miserere". Conoce su opinión sobre el "Amor Eterno" aquí. ¿Cuál es tu opinión? Déjala en los comentarios.
Imagen de portada tomada de: http://espaciolibros.com/el-romanticismo-literario-espanol/